El reencuentro
Cuatro años y medio sin verla y en algún momento el contacto fue escaso, pero las nuevas tecnológias nos volvieron a conectar y hoy hace exactamente una semana que nos reencontramos en el mismo sitio donde nos despedimos: una estación de tren; con el mismo gesto: UN AFECTUOSO ABRAZO. Nos conocimos en nuestro lugar de trabajo, sin embargo conectamos cuando la decisión, por mi parte, de trasladarme de ciudad ya estaba tomada. El tiempo que pasamos forjando la amistad fue muy gratificante con grandes charlas entre cañas y sin darnos cuenta que el reloj avanzaba. He de reconocer que si ella no hubiera dado el primer paso hoy sería una compañera más de trabajo de las tantas que he tenido, pero quisó no pasar desapercibida en mi vida y lo logró. El domingo pasado volvimos a vivir esas "quedadas" sin reloj y tuve la suerte de conocer a quien la acompaña en su día a dia, con el cual había cruzado más de un tweet y más de dos y que a partir de ahora cuando decidamos que