He vuelto. como diría Selu, cantante del Barrio, he vuelto después de un descansito, ni más ni menos que de tres años. 

El ritmo frenético de la vida y el protagonismo que la imagen ha adquirido por encima de la palabra ha hecho que este blog haya estado dormido ni más ni menos que tres años. Vivimos para tener tiempo y tiempo es lo que más nos falta, ahora la mejor manera de captar nuestra atención es a través de la imagen pero permitidme que hoy sea la palabra la que robe vuestra atención porque sin ella me resultaría difícil transmitir lo que os vengo a contar.   Los sentidos son la esencia de este blog y ayer pude disfrutar de cada uno de ellos, a través de una velada llena de sentimientos y sensaciones que se celebró en el patio del Casino de Salamanca en la presentación del acto Festival de Variedades Minoritarias de Arribes, y aquellos que no sepáis qué es, os estaréis preguntando de qué variedades estoy hablando, bien, pues ni más ni menos, que de vino, de la Denominación de Origen de Arribes que fue creada en 2007, y que hasta ahora ha sido poco conocida pero que la apuesta que la Agrupación Duero - Douro ha hecho para ponerla en valor, conseguirá, si no lo ha hecho ya, que muy pronto sea un referente en el mundo vitivinícola.





No hay ninguna duda, que el lugar donde tenemos que situar esta Denominación de Origen es Fermoselle, un pequeño pueblo de la provincia de Zamora lleno de historia y con más de  mil bodegas subterráneas, pero no quiero yo irme por las ramas, aunque estas estén llenas de uvas 😉 y si queréis saber más sobre porqué hablamos de variedades minoritarias solo tenéis que visitar el Bodegas históricas de Fermoselle (bodegasfermoselle.com), donde Almudena os da todos los detalles de cada variedad de uva y de los diferentes vinos que se hacen con ellas.



Eran algo más de las siete de la tarde cuando accedimos al Casino de Salamanca, donde ya se respiraba alegría y no era para menos. Nos recibieron copa en mano e invitándonos a realizar una cata de cada uno de los diferentes vinos de la bodega Pascual - Fernández, que fueron evocando diferentes sensaciones y nos pusieron muy difícil elegir uno como preferido. Pasados uno minutos, diferentes invitados, expertos en la materia, tomaron la palabra para transmitirnos con pasión las razones que les habían llevado a apostar por denominar a Fermoselle como la Villa del Vino, y es que tal atribución no es desorbitada cuando te paras a escuchar su historia y más si lo haces de la mano de Almudena.




Trasmitieron tal pasión que me hicieron recordar algunos fragmentos de la Carta del Gran Jefe Seattle, de la tribu de los Swamish, a Franklin Pierce Presidente de los Estados Unidos de América, en concreto este fragmento:

Cada parte de esta tierra es sagrada para mi gente. Cada brillante espina de pino, cada orilla arenosa, cada rincón del oscuro bosque, cada claro y zumbador insecto, es sagrado en la memoria y experiencia de mi gente. […].

El presente siempre está unido al pasado, y nuestras raíces son el cimiento de nuestra identidad, la misma que tienen los caldos de esta Denominación de Origen que se caracterizan por sus colores y sus agradables aromas que te invitan a seguir degustándolos.

El vino ha jugado un papel muy importante en la historia, siempre ha estado vinculado a actos de culto y festividades, ocupando un lugar privilegiado en nuestras celebraciones, es un símbolo de celebración, de hermandad y de savoir vivre y ayer bodegas Pascual Fernández consiguió las tres cosas: que celebráramos su presentación oficial en sociedad, que nos hermanáramos con diferentes brindis llenos de alegría, sintiendo la amistad, en los que no faltaron los buenos deseos ni los planes a celebrar en torno a una de esas botellas de vino, así que si teníamos olvidado en qué consiste el arte de vivir, lograron que lo recuperáramos con la cata de sus vinos y de su aceite y es que se dice que, la grandeza suele surgir cuando nos detenemos a contemplar las cosas más pequeñas. 



Unos consejos de despedida:

- Visitad las bodegas de Fermoselle, no os van a decepcionar.

- Probad los vinos de estas variedades minoritarias, oledlos, saboreadlos, disfrutadlos.

- No os olvidéis de brindar por la vida, por la amistad.


Hasta la próxima amigos, espero no tardar tanto tiempo en volver a mi escondite.







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