Brecha de género en los puestos directivos de las administraciones públicas.

    La primera ley para la igualdad efectiva entre hombres y mujeres que se aprueba en España data del 2007. Sin embargo, la igualdad es un principio jurídico universal que se ha reconocido en numerosos textos sobre derechos humanos incluida nuestra Constitución que recoge en el artículo 14 el derecho a la igualdad como derecho fundamental con protección jurídica especial. 

    Sin embargo, no solo es necesario seguir protegiendo este derecho, sino que también los estudios y las estadísticas nos demuestran que hay que seguir trabajando para que sea efectivo y pleno porque aun queda camino que recorrer y solo hace falta googlear noticias sobre desigualdad o brecha de género para comprobar que sigue estando muy presente en nuestro día a día.

  Ser empleada pública y tener estudios universitarios relacionados con la Adminsitración, hace que preste atención a las noticias que están relacionadas con ella. Este año se han recogido muchas referentes a la renovación del Poder Judicial y con ellas numerosos comentarios sobre la brecha existente en los puestos directivos del mismo pesar de haber un gran número de mujeres que son juezas y magistradas, pero me voy a detener en esta noticia de El País, del año 2018, cuyo titular dice: "Las siete rectoras se alían para frenar la brecha de género en la Universidad". 

    He empezado la entrada comentando la fecha en la que se promulgó la primera Ley de Igualdad en España y he de reconocer que ha sido intencionadamente, como lo es antes de entrar en materia recordar que fue en el 2007. La noticia elegida es el del 2018 y lo destacable es que 11 años después de la entrada en vigor de esta necesaria legislación, la cual tiene numerosas referencias dedicadas a la necesidad de implementar presencia equilibrada en órganos directivos como en tribunales y comisiones de selección en los procesos selectivos de la administración, sin embargo podemos observar lo que arrojan las estadísiticas de esta noticia y comprobar que la presencia de la mujer sigue estando por debajo de lo deseable.

   Esos porcentajes nos llevan a deducir el acceso a este tipo de cargos a parte de la dificultad que conlleva  también suele suponer  la renuncia a construir una vida familiar por la dificultad que puede suponer conciliar. 

    Trabajar con planes de igualdad estratégicos es para las rectoras un reto esencial porque también es destacable que el número de mujeres que estudian en la universidad es más alto que el de hombres lo que nos indica que hay circunstancias y obstáculos que impiden a las mujeres desarrollar su carrera profesional totalmente.

   Revertir estas estadísticas hasta que se alcance el equilibrio es trabajo de todos pero hay que prestar especial atención en la educación para que las futuras generaciones sigan abandonando los esterotipos sociales y crezcan desde y para la igualdad de oportunidades, para ello sería necesario no solo implementar talleres y celebrar días internacionales que estuvieran relacionados con la igualdad sino también empezar a trabajar en ello asignando las mismas responsabilidades sin diferencia de género en todos los ámbitos

Finalmente, urge que la sociedad se familiarice y llegue a ser consciente de la importancia que tiene alcanzar dichos objetivos para que entre todos la igualdad de oportunidades deje de ser un reto y pase a ser un objetivo conseguido, para ello las administraciones públicas deben de seguir trabajando en sus planes de igualdad y también destinar una parte de su presupuesto a campañas de concienciación.